Los entrevistados señalan que los dos grandes problemas a la hora de impartir la EPS son la falta de materiales y la repetición acciones que se vuelven rutinarias. Este diagnóstico tiene varias vertientes mencionadas por 6 de cada 10 profesores: Agenda saturadas y demasiada profusión de temas transversales, falta de implicación de los padres y la solicitud de que un “profesional externo” se haga cargo de la EPS.

Las áreas temáticas que se consideran prioritarias son las que tienen que ver con actividad física, alimentación saludable y las de bienestar emocional. En la fase de educación secundaria el área de drogas, educación afectivo sexual y la prevención de lesiones y accidentes pasa a ser contenidos prioritarios.