El estudio realizado por el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer aborda desde una aproximación tanto cuantitativa -a través de una encuesta telefónica- como cualitativa -mediante 3 focus groups a población con discapacidad intelectual, en situación de sinhogarismo, migrante y en situación de riesgo de vulnerabilidad económica y laboral.

Se percibe una preocupación extendida sobre determinadas situaciones relacionadas con la fase final de la vida, especialmente sobre el deterioro mental, la dependencia respecto a otras personas y la pérdida de seres queridos.

No obstante, se evidencia la existencia de un tabú social en torno a estas cuestiones que dificulta que sean tratadas de forma natural en el día a día de la población turolense.

Además, se observa cómo persisten y se reproducen una serie de ideas erróneas relacionadas con la atención paliativa:

  • Un 37,4% de la población encuestada cree que las personas deben de estar hospitalizadas para recibir atención paliativa
  • Casi la mitad de los participantes (46,7%) piensa que estos servicios están destinados exclusivamente a pacientes que se encuentren en sus últimos 6 meses de vida
  • Cerca de un 15% declara que para recibir atención paliativa se ha de renunciar a otros médicos

Esto se traduce en un desconocimiento generalizado sobre los cuidados paliativos, pudiendo obstaculizar el acceso a estos servicios.

En general, los resultados del estudio ponen de manifiesto la importancia del proyecto Teruel ComPasión para sensibilizar a la población sobre las situaciones de fase final de vida de cara a transformar la incertidumbre y el temor en familiaridad y normalización.